Imagina este escenario: a David Bisbal le invitan a grabar un disco Rap con unos temas buenísimos escritos sólo para él.

El chico duda, se lo piensa, y después de unos días dice: “Ok, no estoy muy seguro pero vamos a probar, no siempre estaré en la cresta de la ola… a Luis Miguel  le han bajado las ventas…  así me aseguro un nuevo público”.

Yo no me lo imagino.

Más bien creo que diría: “No, gracias, no quiero girar mi carrera hacia el Rap, ya tengo mi estilo y mis objetivos, además quiero crear una secuela de La Voz para Antena 3 y estoy a full con ello”.

Estoy un poco de broma, claro, lo uso para introducir el artículo de hoy: Ya sabes lo que quieres y lo que no, pero… ¿como puedes decir “No” a las propuestas que te hacen o poner límites a los demás sin pasarlo mal?

Sigue leyendo y te lo cuento.

A mí a veces me pasa: ofertas de colaboración, ¿quedamos para un café?, viajes… unas veces me dejo llevar por el entusiasmo, otras creo que si renuncio me pierdo algo valiosísimo. No siempre logro ser clara y directa, lo reconozco y lo siento por las personas que han pagado por ello. Sigo aprendiendo con cada oportunidad.

¿El lado bueno? se ha convertido en un tema que me intriga y que observo muy de cerca; por eso quiero compartir contigo la clave que me ha ayudado muchas veces:

Cuando se te haga difícil poner un límite recuerda que decir NO a alguien o a algo es decir SÍ a otra cosa.
Si digo NO a ir contigo al cine digo SÍ a leer mi libro o a dedicarme un tiempo para mí.

Si digo NO a colaborar en un proyecto digo SÍ a tener tiempo para arrancar esa web.

Si digo NO a escucharte cuando  te quejas digo SÍ a una relación sincera contigo.

Si digo NO a leer mi libro digo SÍ al contacto contigo.

Si digo NO a contestar un mensaje del móvil ahora mismo digo SÍ a escuchar a quien tengo delante.

Poner este límite, al otro y sobre todo a nosotros, a nuestra tendencia a decir que sí, empieza por saber lo que sí queremos.

Sigue por reconocer qué hay detrás de la dificultad, si hay culpa, miedo a dejar de pertenecer a un grupo o perder una amistad, por ejemplo.

Y sobre todo, decir que NO a algo y SÍ a lo que quieres te conecta con tu misión, tus objetivos en esta vida y el lugar hacia dónde te diriges. Ya sabes lo que suelo decir: la vida se hace corta, así que mejor estar atentos a dónde ponemos el tiempo y la energía. Tómate en serio a ti, tus necesidades, tus deseos o sueños y mantente alerta en el camino.
¿Alguna idea más que te haya ayudado con los límites? Cuéntamelo en los comentarios más abajo; me gusta saber qué pasa por tu mundo.

Feliz semana y hasta pronto.

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