Me noto como más contenta y animada, ¡qué bien! Tengo ánimos, ¡fuerza!
¿Dónde hay que ir? Allá voy. – Creo que podría escalar el Everest en un día, de la energía que tengo.
Un día estás bien, el siguiente no.
Me despierto al día siguiente con la sensación de haber tenido una pesadilla. Hace frío, tengo sueño y pocas ganas de levantarme…. pero estoy decidida a subirme el ánimo, abrir el correo y hacer unos retoques a la web con ganas (¿cómo era eso del Everest?).
Me preparo un té, me pongo mi chaqueta de borreguillo, enciendo la calefacción, pongo un incienso.
Chequeo mi estado de ánimo… pero nada, no mejora, no hay manera. El correo se me hace pesado, no tengo ninguna inspiración para escribir la página nueva de la web y me siento triste. Por mucho que intente ver el lado bueno del día no lo logro.
Paro. Me doy cuenta de que estoy luchando contra mí y contra el malestar. Así que me siento en la cama entre los almohadones blanditos (siempre lo hago cuando necesito parar y pensar).
Sé por dónde tengo que empezar.
Conecto con lo que me pasa, le pongo palabras y me digo mi mantra: “Aunque me sienta triste, aunque no tenga energía, aunque no pueda valorar lo mucho que tengo, me acepto y me apruebo completamente.”
Repito: “Me acepto y me apruebo completamente”.
“Aunque me sienta pequeña, incapaz y pesimista me acepto y me apruebo completamente”.
Ahora empiezo a ver algo: “¡Claro, por alguna razón estoy así!” – intuyo la razón. “De momento, necesito hacer las cosas más despacio… y volver a conectar con el placer de escribir”.
Sólo si acojo lo que siento en este momento puedo empezar a mirarlo y cambiarlo.
Así que si hoy estás en el lado malo quizás no puedas hacerlo de otra manera. Por ahora estás ahí, hasta que cojas fuerza para hacer algo distinto.
O quizás tengas que hacer lo contrario y parar, como yo. Darte un tiempo.
O replantearte qué estás haciendo, con quién te relacionas. Si te gusta o no.
O soltar un sueño al que te has aferrado y volver a la realidad.
¿Cuánto tiempo? No sé. Quizás hasta que descubras qué mensaje tiene para ti estar mal.
Pero antes acoge lo que te esté pasando.
En honor a tu camino, a tu aprendizaje y a tu sabiduría interna, que siempre está.
Porque eres bueno cuando estás alegre y bueno cuando estás triste.
Eres valioso cuando tienes energía y valioso cuando estás apagado.
Y eres tu mejor maestro, tu gurú y tu guía más preciado en los peores momentos.
Sólo permítete estar en lo que estás.
Me gustó eso de darle la despedida a la tirana que te obliga a estar todo el tiempo bien y poderte sentir igualmente valiosa cuando estás apagada. Muy bueno.
¡Hola Andrea! Te suena lo de la tirana entonces, ¿no? Tiene buena intención pero muchas veces no ayuda. A mí también me gusta pensar que somos valiosas, pase lo que pase. Un beso y que todo vaya bien.
Gracias Cristina, me encanta leerte y este artículo me llega en un momento precioso en el que me estoy aceptando, en mi caso, con lo que hago, con lo que digo, y aunque no me encuentro en la cresta de la ola, puedo sentir mi energía y por primera vez, no permito que se vaya con otros a través de la crítica si no que me la quedo, pensando que lo que he hecho o dicho es lo mejor que he podido hacer en ese momento, sin castigarme porque tenía que haberlo hecho de otra manera. Si lo hago de otra manera ya no sería la mía si no lo que los demás quieren y ya no sería yo.
Lo que más me ha llegado de tu artículo es el punto de soltar un sueño al que me he aferrado y ser realista que en ese sitio no me aceptan como soy aunque YO YA SI ME ACEPTO, y asumo la responsabilidad de las consecuencias por ser YO.
Gracias Cristina por este artículo. Muy inspirador y valioso
Un abrazo
Gracias a ti Mar por lo que dices, me inspiras también: acoger que lo que has hecho o dicho en un momento dado es lo mejor que pudiste hacer en ese momento, sin castigarte, me llega amoroso y gustoso.
Sobre lo que dices del aferramiento… creo que soltar los paraísos es de lo que más cuesta, ¡es muy difícil! Pero aceptar lo que sí hay o lo que sí somos es hasta un alivio, por dejar de luchar para que sea de otra manera.
Brindo contigo (virtual) por la aceptación, para que nos acompañe siempre.
Un abrazo
Cris
Es muy importante, eso de, poner nombre a lo que nos pasa. Poco a poco, con tus comentários aprendemos a querernos mas a nosotras mismas que buena falta nos hace. Gracias por estar ahí Cristina. Lo del caracol me ha encantado.¡es tan tierno! Un beso
Sí, buena falta nos hace. Lo bueno es que poco a poco vamos hacía allí, tú también, por lo que dices. Dijo un terapeuta mío: no digas que no has logrado hacerlo aún (refiriéndose a otro tema), porque lo vas haciendo poco a poco.
Lo del caracol es lindo ¿verdad? Espero que siga creciendo y soltarlo pronto.
Un abrazo
Cris
Cristina, eres impresionante, has dado en la diana…
Justo estoy pasando por una de esas épocas. Ya las conozco, he convivido con esas epocas toda mi vida, normalmente en otoño y algo en los cambios estacionales.., A veces las veo venir, y consigo que no llegue a superame y la venzo, pero otras, me pueden, y ya me cuesta mucho superarlas… esta vez me ha podido.
Mi manera es intentar verlo venir y vencerlo antes de que se haga mas fuerte que yo.. Y otra es tener unos habitos que en esas épocas no me planteo solo me ciño a esos horarios de todo. Lo malo es lo que se sale de ahí, que me supone un mundo que hacer o no hacer.
Creo que es genetico, o aprendido, porque a mi madre la recuerdo desde que yo era pequeña, que de un dia para otro pasaba de estar bien, a hundirse y pasar los dias en la cama llorando, hasta que un dia se levantaba y decia “ya se paso”, ..Lo malo es que por aquellas epocas se tenia menos informacion y no se entendia tanto. Yo no sé si lo aprendi, o en el sorteo de la genetica pues me toco..
El caso es que todos esos miedos, y demonios que sobrevuelan de normal en la vida cotidiana, de repente se incrustan en mi cuerpo, y pasan a ser materiales. Y ahí estamos ahora, que la relacion con el entorno de amigos, trabajo, familia me cuesta. No aguanto nada, salto a minima, y encima me cuesta vivir (en la amplitud total de la palabra, siendo la mia una vida normalita). Si me dijeran mañana vas a morir, me harian un favor. Todo sea que llegara el momento y aunque ahora digo que sin problemas, si fuera un hecho , me acojonara. No tomo la salida de elegir quitarme de en medio, porque no soy tan valiente, y porque una vez lo intenté, y mi entorno no se merece eso.. Tal vez no deja de ser un razonamiento de gallina.
Es un escape, que deja como daños colaterales a gente que quieres, y no se lo merecen…asi que toca seguir por ellos.
El problema, es que eres o te ves tan mediocre (¿eres o te ves?interesante duda) que no encuentras un sitio en el que estes a gusto, mas que debajo de todas las mantas de la cama. Viendo la tele, porque eso es lo más comodo, hace que no pienses, y dejando pasar la vida.
Ya voy mejor a ratillos, y voy a poner en practica lo que dices. Me he impreso tu articulo para leerlo y leerlo a ver si lo adapto a mi…
Muchas muchas gracias, …no sabes cuanto ayudas.. de verdad…Cristina eres un rayo de sol. No se como decirte para que te llegue mi agradecimiento. Y perdón por el rollo, pero ha sido un poco terapéutico, para mi, el expresar por escrito lo que siento, y que alguien lo lea.
GRACIAS
Hola sr,
Creo que tú sabes ya bastante sobre este tema, por todo lo que cuentas. Siento respeto por tu camino, ojalá que puedas irlo superando, a mí me parece que ya vas haciéndolo ahora, pero si no puedes busca ayuda de un profesional (si no lo has hecho ya) – yo no lo pasaría sola. Te mando mis ánimos y cariño desde aquí. Sobre lo que dices de si eres o te ves mediocre, no creo que nadie en este mundo sea mediocre, porque cada uno somos valiosos, incluida tú.
Me llega tu agradecimiento y me alegra mucho poder acompañarte de alguna manera desde el blog. ¡Gracias a ti por leerme! Te mando un fuerte abrazo.
Cris
Hola, Cristina: me ha gustado mucho este artículo. Recuerdo cuando hace años me sentía así y sólo veía un campo desolado por delante mío… Ufff… Afortunadamente muchas cosas han cambiado: tuve hijos, hice tres años de terapia y cuando las sensaciones que describes me atenazan ya no lucho contra ellas, entiendo que tienen su momento, su tiempo y su evolución. Para nada me siento a salvo, quizás incluso vuelvan, pero creo ahora saber qué hacer sí eso ocurre…
Un abrazo y gracias!
Hola Eva, me alegra verte por aquí. Creo que tu experiencia es un modelo de inspiración para otras; que has luchado por lo que deseas, lo has logrado y a la vez reconoces que las sensaciones pueden volver… pero ya no luchas, les das su tiempo y sabes qué hacer.
¡También me pasa a mí! Algunas veces un pinchazo de tristeza o nostalgia aparece, pero el camino ya lo he recorrido tantas veces que sé por dónde ir, para llegar a un lugar cómodo y calentito en el que todo está bien.
Gracias por pasarte por aquí y por este recordatorio.
Un abrazo
Precioso blog, lo acabo de descubrir pero ya es una gran fuente de inspiración para mí. Gracias por compartir tantas cosas buenas.
Me alegra que te inspire, Javier. Gracias a ti por decírmelo y por leerlo.
Un saludo!
Hola! soy una chica de 25 años, que ahora está pasando por esos mismos momentos que comentáis y que tan bien redacta Cristina. Ahora voy a empezar terapia con una psicologa, pero tengo muchas dudas de si irá bien o perderé el tiempo. Os escribo por que siento que nadie me entiende, nadia sabe la tristeza que existe en mi, solo piensan que ya se me pasará, pero llevo dos años así, medicandome pero sin que nadie me valore o ayude. Cristina espero algun mensaje de animo, lo necesito! un saludo fuerte
Hola! ojalá que esta psicóloga te ayude, y si no (porque no siempre pasa, depende de las personas), busca a otra u otro. Creo que una de las peores sensaciones es la de creer que nadie te entiende o que a nadie le pasa lo que a ti. Algunas veces lo he vivido con problemas físicos que no había manera de arreglar ni de encontrar el orígen. Me ayuda pensar que no soy la única que pasa por ello, y que si otros han salido y entendido por qué les sucedía, yo también puedo, aunque tenga que preguntar a varios especialistas y dar mil vueltas. Me ayuda pensar que no estoy sola y que encontraré a alguien que me dedicará el tiempo y la sabiduría para salir. Hasta ahora siempre lo he encontrado, muchas veces no a la primera.
Escribí un artículo sobre ello aquí: https://www.cristinaenjuto.es/2013/06/que-hacer-cuando-crees-que-no-hay-solucion-a-tu-problema/
Un abrazo y mis mejores deseos!