¿Te ha pasado en algún momento? Quizá estás así porque has tenido un contratiempo, o por estrés, por una mala noticia… muchas cosas pueden caernos encima, ninguno nos libramos.
Pero otras veces, si alguien te preguntara “¿Qué te ha pasado?”, tú le dirías “No lo sé; en realidad nada especial, es que me siento así”.
A veces nos cuesta saber.
Como terapeuta te invitaría a indagar sin miedo en lo que te pasa e ir a lo profundo; así es mi estilo de trabajo. Pero esta vez no voy por ahí porque lo que quiero compartir contigo es otra manera de cambiar tu estado de ánimo, con pequeñas acciones que pueden parecer más superficiales pero que son muy efectivas.
Déjame explicarte por qué.
Por qué los pequeños gestos pueden cambiarnos el ánimo.
Hay pequeños gestos, como respirar con calma o escuchar una canción, que podemos hacer en casi cualquier lugar y que pueden ayudarnos porque entran a través de un canal de sanación muy potente:
El cuerpo
Son estímulos que nos llegan a través de los sentidos pero que pueden cambiar lo que sentimos o las emociones, pero también lo que pensamos.
Así de poderoso es lo corporal, aunque lo hayamos olvidado.
Si con pequeños gestos podemos cambiar bastante nuestro estado de ánimo ¿No sería una idea genial tenerlos a mano en una lista y ponerlos en práctica cuando te diera la gana? – pensaba yo. Estoy segura de ello, así que comparto contigo 10 de mis gestos favoritos para cambiar el ánimo, por si quieres empezar a pensar en tu propia lista.
Si es así, coge papel y lápiz.
Mis 10 maneras amables para cambiar el ánimo en menos de 5 minutos.
1. ¡Respira! y observa cómo lo haces
Lo puedes hacer por ti mismo o escuchando una grabación. Te sientas allá donde estés, pones una alarma de 5 minutos en tu móvil y observas tu respiración o las sensaciones en el cuerpo (como si hicieras un escáner de pies a cabeza).
Si quieres apoyarte en algo ten a mano una meditación grabada – en tu móvil o MP3, no en el ordenador, porque si no te va a dar pereza hacerlo. Yo estoy usando ahora una deliciosa grabación pero está en inglés; busca alguna que te guste escuchar de verdad y guárdala para ponértela en cualquier momento.
(Te paso este link donde puedes bajarte la mía, es la web de Melli O’Brien y la descargas al suscribirte; son 5 minutos que me relajan y centran al momento. En este otro link tienes un montón en español).
2. Prende un incienso o huele una esencia
Este gesto me cambia el ánimo al instante; mis favoritos son estos de la foto. También he usado aceites esenciales: por la noche, para relajarme, pongo esencia de lavanda en un pañuelo que voy oliendo y me da sensación de calma, porque asociar olores y emociones es de lo más fácil que hay.
3. Mira imágenes que te inspiren
Parece una tontería pero no lo es. Colgamos cuadros en casa, salva-pantallas en el ordenador y nos rodeamos de cosas bonitas porque nos hacen sentir bien. Pero mirar intencionadamente esas imágenes u otras es un paso más y tiene efecto. Mi lugar favorito para hacer eso ahora es Pinterest. Mis tableros “Agua” y “Blanco y negro” me animan y me inspiran cuando los miro, y por eso lo hago.
4. Date una ducha
Una ducha de agua caliente, aunque ese es mi gusto. El agua nos ayuda a volver al cuerpo y nos da contorno; y es que el ser humano necesita sentir sus límites, el lugar que ocupa, a través de las sensaciones físicas. Hay personas que necesitan notar el peso del edredón o envolverse en una manta suave y otras que las abracen durante uno buen rato.
5. Mira el cielo
De día, o de noche. Desde mi casa tengo la enorme suerte de ver el cielo de día y las estrellas de noche. Mirar el cielo más de un minuto me conecta con algo más grande que yo, algo más allá de mi yo pequeño enfrascado en sus asuntos; me da sensación de pertenecer a un universo y me ayuda a relativizar las dificultades.
(el cielo, desde mi salón)
6. Ordena (y vacía) algo durante 5 minutos
Se trata de ordenar algún lugar de tu casa o trabajo durante 5 minutos, no más. Tira algún papel viejo u ordena la mesa del salón o del ordenador sacando lo que has ido dejando allí. A mí, de entrada me da paz y sensación de control. Además, según mi amiga y coach financiero Montse Baró, tirar lo viejo da cabida a lo nuevo, en muchos aspectos.
7. Enciende una vela
Prender una vela me transporta a una cueva segura y acogedora al instante. Las pongo allá donde estoy yo, es decir que no son un “adorno ambiental” sino que las muevo para tenerlas a mi lado: en la mesita de noche, al lado de mi ordenador o cuando me doy una ducha. Si no lo has hecho así y te gustan las velas pruébalo.
8. Acaricia a un animal
Preferiblemente tu mascota, porque es más seguro :). Acaricio a mis gatos docenas de veces: cuando duermen y paso por su lado, cuando me tumbo a descansar, cuando llego a casa… Está comprobado que hacerlo libera neurotransmisores como la serotonina, que sube el ánimo y tranquiliza a la vez. Si no tienes mascota no sé qué decirte; una persona es diferente y un cojín peludo se queda corto :). Prueba con el sentido del tacto.
9. Ponte al sol
Qué puedo aclarar sobre esto que científicamente no esté dicho. Nada. Pero el sol directamente en tu piel, sobre todo en invierno, te da energía y calor (no sólo físico) en 5 minutos. Tengo a tres pasos de mi puerta de entrada un terrado donde me siento a repasar notas y apuntes, en un cojín blando, mientras el sol me calienta como a un girasol. Si no tienes terrado busca el sol.
(el sol en el terrado)
10. Elige tu música y tenla a mano.
La música es casi una medicina. Yo no la pongo de fondo para estar por casa, la escucho para conectar con un estado de ánimo que busco y lo hago de forma consciente; por eso tengo a mano los temas que me conectan con la emoción que busco. Casi siempre es para activarme, así que puedo escuchar desde rap hasta a Madonna – y cuando elijo un tema lo escucho mil veces hasta que me empacho, lo reconozco. Lo último que me ha subido la energía cada día en el último mes ha sido esto:
Tengo más maneras de cambiar el ánimo que no he incluido porque la lista sería muy larga y llevan más de 5 minutos (hacer tapping, escuchar audiolibros, hacer deporte…) – lo que me importaba es reunir los gestos fáciles de hacer. Pero lo importante es, en verdad, que tú sepas cuáles son tus maneras, las que te ayudan y benefician a ti. Las que sin esfuerzo te funcionan, te inspiran y de verdad te cambian el ánimo porque te conectan con algo de corazón, más allá de las explicaciones.
Espero que esta lista te haya ayudado a recordar algunas ya.
¿Qué gestos te ayudan a ti? Cuéntamelo en los comentarios, más abajo. Tengo curiosidad por conocer más.
Un abrazo,