El martes por la mañana, mientras cepillaba a mi gato Batman al sol, pensaba que lo peor cuando uno está mal no es el hecho en sí, sino pensar:

“Esto no tiene arreglo”.

o

“Esto no se me quitará nunca”.

¿A tí también te pasa esto cuando te sientes mal contigo mismo o te encuentras con un problema gordo?

Crees que tus amigos o tu pareja no te comprenden del todo y te dices que no lo puedes arreglar. Ves que ya es hora de cambiarlo pero no tienes ni idea de cómo hacerlo.

Creo que es una de las peores sensaciones que uno puede tener.

Da igual si el asunto es que…

  • tienes ansiedad ante los imprevistos
  • te tiras días para tomar una decisión que parece poco importante
  • o eres muy inseguro y no puedes hablar en un grupo, por ejemplo

Te piensas que lo tuyo es grave y que si hay alguien con algo parecido que ya lo superó no es tu caso porque “lo mío es distinto”.

Yo también pensé eso hace años.

Cuando crees que no hay solución

Tenía una relación con un hombre con quien discutía en casi cada comida, delante de la ensalada con atún. Como no había sido el único pensé que yo nunca podría tener una pareja porque había nacido con un defecto de fábrica.

Un día no pude más (y una amiga me aconsejó que buscara ayuda, ¡ella tampoco pudo más!).

Empece a buscar, probé varias terapias y al final acabé sentada cada semana en una silla negra y blandita en la consulta de un piscoterapeuta contándole, kleenex tras kleenex, lo que me pasaba.

Pasó el tiempo, dejé esa relación tan complicada y me empecé a sentir mejor con los hombres, fue un alivio.

De paso aprendí muchas cosas sobre mí. Luego vinieron otras crisis, (¡parece que es inevitable!) y seguí sentándome en la silla. También empecé a meditar y busqué otros apoyos.

Busca la solución, porque existe

Te cuento todo esto porque lo que quiero recordarte hoy es que…

Si tienes un problema gordo, estás harto y no sabes qué hacer tienes una gran oportunidad.
Si le haces espacio, le pones atención con cariño y tienes curiosidad por saber las razones profundas de lo que te pasa vas a poder transformarlo en un regalo valioso que te ayudará a estar bien contigo mismo, en esta y en otras situaciones.

Quizás pruebas la acupuntura, escribes un diario o ves a un profesional y no acabas de estar bien. No importa, sigue buscando y confiando.

Lo importante es no distraerte, narcotizarte o quejarte echando la culpa a los demás de lo que te pasa.

Además…

Nos creemos que nuestra desgracia es única pero no es cierto.
Lo tuyo les sucede a muchas otras personas, aunque no te lo parezca.

No es ningún consuelo, lo sé.

Te lo digo porque algunas de esas personas que sufren igual que tú (puede que no por la misma razón pero quizás por algo similar) han encontrado la forma de cambiarlo o incluso de vivir con ello tranquilamente.

Y lo han logrado porque hay otros hombres y mujeres que les han ayudado; con libros, con sus charlas, con su presencia o con su trabajo.

No estamos hechos para ir solos por esta vida, busca a alguien que te inspire o te ayude a encontrar la manera de estar bien. Alguien que te diga de corazón: “No estás solo, sé de lo que hablas y te sentirás mejor; no es tan grave”.
Somos parte de una tribu, aunque no lo creas
Si otros pasaron por ello, y salieron, tú también puedes
Pero para que tú salgas tú tienes que dar los pasos
Y buscar a tu mejor guía, hasta que lo encuentres

(Desde aquí mi agradecimiento infinito a los míos)


Y tú, ¿cómo vives esto que te cuento? ¿Ya has encontrado tu apoyo? ¿Ha sido fácil o te ha costado?

Si quieres compartirlo tienes más abajo tu espacio, en los comentarios. Me encantaría leerlo, soy cotilla curiosa por naturaleza y además puedes inspirar a los demás (¡y a mí!).

Hasta pronto.

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